La 27ª edición de la fiesta de Mundo Pirotécnico fue un evento cargado de emociones y avances significativos en el camino hacia una sociedad más inclusiva. Durante la jornada, Gustavo Prato, director de Mundo Pirotécnico, destacó los logros alcanzados gracias a la colaboración entre diversas instituciones y el compromiso de personas clave, como Valeria Ripoll, representante de la Fundación Abrazo Azul.
Prato comenzó su intervención agradeciendo a todos los presentes y resaltando la importancia de una legislación equilibrada en Uruguay. “Hemos logrado muchos avances. Hubo años en que la pirotecnia estaba complicada, pero conseguimos una ley de término medio, como tiene que ser en este país democrático. Así logramos reestructurar el rubro y mantenerlo vivo”, señaló con orgullo antes de invitar a Ripoll a compartir unas palabras.
Un Mensaje de Inclusión: La Perspectiva de Valeria Ripoll
Valeria Ripoll tomó el micrófono para expresar la visión y el trabajo de la Fundación Abrazo Azul, nacida en plena pandemia con el objetivo de mejorar la calidad de vida de personas con autismo. La fundación ha sido clave en promover un enfoque más inclusivo respecto a los fuegos artificiales, considerando tanto las necesidades de quienes disfrutan de ellos como de aquellos que se ven afectados por el ruido.
Ripoll explicó que la fundación rechazó las propuestas de prohibición total de la pirotecnia:
«Las personas con capacidades diferentes ya sufren rechazo en su vida cotidiana. Prohibir algo que disfrutan muchas personas generaría más exclusión. Por eso, trabajamos en una solución de equilibrio.»
Durante el evento, la directora relató historias conmovedoras, como la de niños con autismo que pasaron de temer la Navidad a disfrutarla gracias a las demostraciones de fuegos artificiales con bajo impacto sonoro organizadas por la fundación. “El año pasado, 60 niños superaron su miedo inicial y terminaron disfrutando los fuegos con sus familias. Este año continuamos con ese compromiso”, afirmó.
Una Ley que Favorece la Convivencia
La legislación impulsada en Uruguay regula el nivel de impacto sonoro de los fuegos artificiales, permitiendo espectáculos más amigables con personas sensibles al ruido, mascotas y el medio ambiente. Ripoll destacó la importancia de estos avances, subrayando que el cambio no solo beneficia a quienes tienen condiciones como el autismo, sino a toda la comunidad:
«Queremos que la gente entienda que los fuegos artificiales con bajo ruido se pueden disfrutar de la misma manera, fomentando una convivencia más armónica.»
Un Evento para la Comunidad
La actividad de este año reunió a numerosas familias que han sido parte del proyecto de inclusión. Ripoll agradeció el apoyo logístico que permitió la participación de estas familias y destacó el impacto positivo de los espectáculos en los niños:
«Muchos de ellos, que antes se tapaban los oídos por miedo, hoy escriben cartas de agradecimiento y esperan con ansias estas celebraciones. Incluso han comenzado a disfrutar los fuegos en sus propios hogares.»
La velada culminó con un espectáculo de fuegos artificiales diseñado especialmente para garantizar el disfrute de todos los asistentes. Mundo Pirotécnico y la Fundación Abrazo Azul dejaron un mensaje claro: es posible combinar tradición, entretenimiento y sensibilidad social en un marco de respeto y convivencia.